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Núria Benedito o Sobre el verdadero amor

 





Núria Benedito


Muchas gracias a todas las persona que día a día vienen apoyando las artes y la cultura. Desde este pequeño espacio, también aportamos nuestro granito de arena para dar más visibilidad a todos aquellos profesionales que buscan mejorar el mundo.

En esta oportunidad, queremos que conozcan la increíble labor de Núria Benedito, doctora en psicología y especialista en relaciones de pareja. Además, es madre, esposa, psicoterapeuta, profesora universitaria, investigadora, coach y, principalmente, un ser humano como cualquiera de nosotros, que también ha vivido momentos difíciles, y está dispuesta a ofrecernos su ayuda para superar los problemas que nos puedan estar agobiando o impidiendo que seamos felices. 

Recientemente, ha publicado, junto con Sebastián Trujillo, el libro Amor y sexo consciente, que se ha convertido en uno de los más vendidos de Amazon. 

Sebastián Trujillo y Núria Benedito, autores de Amor y sexo consciente.


En AMOR Y SEXO CONSCIENTE, Núria y Sebastián, de una forma amena y testimonial, nos acercan a toda la complejidad que supone el amor por el otro y el amor propio: Nadie puede amar, si antes no se ama a sí mismo. 

En este libro, las experiencias vividas son difíciles, traumáticas, pero Núria y Sebastián nos ofrecen un rayo de esperanza: el dolor del espíritu se puede sanar. 

Amor y sexo consciente se encuentra disponible en Amazon: Comprar AMOR Y SEXO CONSCIENTE




Núria ha tenido la gentileza de compartir sus experiencias y conocimientos con nosotros, en esta entrevista. Disfrutemos de su sabiduría y aprovechemos al máximo sus consejos. Desde ya, le agradecemos enormemente por su gran trabajo y por hacer de este mundo un lugar con menos tristeza y más amor incondicional.

1.       ¿Cómo se puede ser feliz en pareja?

El verdadero amor no pone límites ni limitaciones. Más bien da libertad. Y parte de la premisa de que cada uno de los dos miembros de la pareja es un ser completo por sí mismo. De ahí que respetemos y aceptemos de forma incondicional las decisiones y comportamientos de nuestro compañero sentimental. Principalmente, porque cada uno de nosotros hace uso de su libertad con madurez, consciencia y responsabilidad, actuando de la manera que lo considere oportuno en cada momento y frente a cada situación.

La paradoja es que cuanta más libertad y respeto existe en el seno de nuestra pareja, más unión, conexión y fidelidad experimentamos con ella. Así es cómo, finalmente, pasamos del yo al del nosotros, formando un auténtico equipo con nuestra pareja. De hecho, la unión va mucho más allá de cualquier unión de carácter legal, social y económica. En esencia, se trata de comprometernos con nosotros y con el otro ser humano a seguir aprendiendo y evolucionando juntos, convirtiéndose en un espejo el uno para el otro donde ver reflejada nuestras luces y sombras.

 2. ¿Qué nivel de importancia tiene la satisfacción sexual en la pareja?

Para una pareja tendría que ser prioritario estar en un estado que fomente la pasión y no la tensión, la preocupación o la irritabilidad. Date cuenta de que la única diferencia entre una amistad y una relación de pareja es el grado de intimidad

Si empieza a disminuir el deseo de intimidad, la conexión profunda y la pasión también decaen.

Si recuerdas al principio de la relación, cuando dos personas se atraen mucho entre , es más fácil ceder y arreglar los problemas. Cuando la atracción comienza a bajar, las parejas empiezan a irritarse y frustrarse. Muchas parejas pasan años así y se acostumbran a la pérdida de pasión. Sin embargo, la atracción puede cambiar en cuestión de segundos. Por ejemplo, una mujer puede volverse radiante, amorosa y sensual si su pareja la hace sentir apreciada, admirada y amada…

Participantes de los talleres sobre el amor que imparten Núria y Sebastián

 3. ¿Has leído novelas románticas? ¿Crees que se distorsiona lo que en realidad es una relación de pareja? ¿O quizás nos ayuda a entender la complejidad de una relación?

Sobre todo he visto muchas comedias románticas, je, je, je. El amor de las películas es muy entretenido, pero fuera de la pantalla esta mentalidad afecta al bienestar de las personas. 

Si vives con la idea que una relación te salvará, te completará o conseguirá que tu vida por fin sea perfecta, entonces seguirás siendo infeliz y continuarás desconectado/a de tu ser.

El enamoramiento frenético podríamos llamarlo más bien encaprichamiento, porque, aunque parece emocional, es más bien instintivo. En la primera fase de una relación liberamos una gran cantidad de adrenalina y hormonas sexuales, por lo que realmente estamos respondiendo al mismo comportamiento del  apareamiento «animal».  Por lo tanto, lo ideal no es vivir en una fase de enamoramiento, sino de amor.

 4. Dicen que todo escritor es un ser humano insatisfecho con su vida real, ¿compartes esta idea?

Hay una frase que dice: El descontento es la primera necesidad de progreso, y para mí es cierto. Alguna forma de infelicidad o insatisfacción es realmente buena, significa que el progreso está por suceder, significa que estás a punto de aprender, de crecer, por lo que si alguna área de tu vida está muy deteriorada en este momento simplemente podrías aprovecharla. Por esto, quiero que estés agradecido, porque aunque haya cosas que no vayan todavía bien en tu vida, estás vivo, todavía estás respirando y todavía tienes la oportunidad de hacer un cambio en este momento.

5. En Amor y sexo consciente, se relatan historias de personas que han superado situaciones complicadas tales cómo abusos. ¿Por qué a las personas les gusta hacer daño? ¿Y por qué hay personas que permiten esos abusos?

En el origen, hay casi siempre inseguridades vividas en la infancia y la adolescencia: creencias, patrones de pensamiento, heridas emocionales, miedos e inseguridades (miedo a que me abandonen, a no ser suficiente, miedo a que me invadan…). 

Estos comportamientos están guiados por creencias ocultas de dominación del otro, rivalidad, venganza y sumisión. Lamentablemente, la falta de conciencia de algunas personas hace que, a menudo, sucedan cosas trágicas y desafortunadas en la vida. Y eso no es discutible. 

Sin embargo, afortunadamente existen millones de personas que han superado el maltrato y el abuso, y que han descubierto la libertad que nace de pasar página del pasado.

 6. En Amor y sexo consciente, se menciona que hay personas que se sienten atraídas por aquellas que las tratan mal, como el personaje central de Cincuentas sombras de Grey. ¿Por qué sucede esto?

 Pues, porque también existe el intercambio negativo. El intercambio desde el malestar y el maltrato crea vínculos muy profundos entre las personas. Sienten que no pueden enfrentarse al terror de la soledad. Entonces, eligen seguir. El desgaste es enorme. Tienen demasiado miedo de quedarse solos, de afrontar la incertidumbre de lo desconocido e, inconscientemente, creen que se merecen esto. Quizás porque no han conocido otra cosa y están repitiendo patrones mentales de su familia y antepasados.

Lo sorprendente es que, cuando uno de los dos muere, el otro añora mucho a su pareja. Esto significa que, a pesar de que la relación entre ambos era negativa y difícil, sí había vínculo. Esto pasa con las parejas y también con las relaciones difíciles con los padres.

7. ¿Podrías hablarnos un poco de tus talleres? ¿Qué método propones? ¿Cómo pueden participar los que estén interesados?

Si deseas saber más sobre nuestros programas puedes conectarte a nuriabenedito.com y asegurarte de suscribirte a nuestro correo electrónico para que, una vez que te suscribas, te conviertas en uno de mis miembros de NB, lo que significa que tendrás acceso a servicios privados. Preguntas y respuestas exclusivas para suscriptores, obsequios y el primer acceso a los productos y programas piloto, o cualquier otra ventaja.


Luisa Jiménez o la naturalidad en la escritura

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Luisa Jiménez Carnero (Luisa J. C.)

Escritora madrileña, residente en Parla, autora de las novelas románticas: 
Jimena (2018), Sole, Soledad (2019) y Entre nosotras (2020).
Contacto: luisajimenezcar@gmail.com 
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Gracias a todas las personas que se toman un tiempo para conocer a esta nueva generación de escritores y poetas, seres humanos que nos invitan no solo a disfrutar de una historia amena o de personajes entrañables, sino que también nos sumergen un poco más en el conocimiento de nosotros mismos. Porque escribir es mostrar "eso" que no sabíamos que habitaba en el espíritu humano, ese demonio o ese ángel que convive cada día en nuestra alma. De ahí que todo poeta o narrador tenga algo de psicólogo, de filósofo y de exorcista. 

Entre el placer y los sueños

Luisa Jiménez Carnero (Madrid, 1971) lleva pocos años en el arte de la narrativa romántica, profesionalmente hablando, pero lleva toda una vida construyendo historias tan reales y auténticas como esas charlas que tenemos los amigos en el bar de toda la vida.  De ahí que sus novelas sean tan naturales, tan sinceras, tan cercanas, como lo es ella misma. Todos los que hemos tenido el placer de su compañía y el honor de su amistad sabemos que Luisa es siempre ella, sincera, con la verdad de frente, y si algo no le gusta, te lo dice.


luisa, jimenez


"Escribo por placer y para cumplir un sueño que pensé jamás se cumpliría."
  

Escribir es siempre superarse a uno mismo

La escritora madrileña reconoce que el camino del escritor no es fácil: hay que ir mejorando y, principalmente, aprender de los errores. Ella acepta que ha tenido fallos,  quizás producto de la inexperiencia o de la ilusión por publicar, pero también rescata su inquebrantable fuerza de voluntad, aquella que le impide rendirse o ceder ante cualquier crítica destructiva o desánimo y que le ha llevado a escribir tres novelas (hasta el momento). Ella sabe que debe competir consigo misma, que debe superarse en cada próxima novela que publique.

"Con las tres novelas que he publicado estoy contenta, pero sí tengo que reconocer que Entre nosotras -que es la última- estoy más satisfecha; considero que está mejor escrita."

Y Luisa tiene toda la razón. El arte literario no conoce fin, ni meta, ni la perfección. Un escritor siempre está mejorando, siempre está buscando nuevos caminos, nuevos mundos por indagar. Luisa Jiménez es escritora hasta el tuétano, es para lo que ha nacido, es lo que siempre ha soñado. Felizmente, ella tiene a su esposo y muy buenos amigos, que están siempre ahí para apoyarla.


APOYEMOS AL ESCRITOR

Mis Maris son únicas

Uno de los consejos para enrumbarse por la senda de la escritura literaria es encontrar un estilo propio, donde el narrador o poeta se sienta cómodo y sea él mismo. Esto, en verdad, no es fácil de alcanzar, requiere mucho autocontrol y no dejarse llevar por modas pasajeras o comentarios poco afortunados. Luisa ha logrado construir un estilo que, como ya he mencionado, está provisto de naturalidad, realismo cotidiano y sin una excesiva carga de dramatismo. Es decir, sus protagonistas -todas mujeres, "las Maris", como ella las ha bautizado- son personas muy normales, con defectos y virtudes como cualquiera de nosotros, que viven el día a día casi anodinamente y que no hacen gala de un superpoder especial para cambiar el mundo.



Lo importante en las novelas de Luisa Jiménez no es la historia (que son sencillas), no son los chicos guapos que van rompiendo corazones, no son las mujeres hermosas de ojos azules y piernas kilométricas; tampoco es la forzada demostración de que las mujeres lo pueden todo. No. 

Lo importante en las novelas de Luisa Jiménez es la capacidad del ser humano para luchar contra sus propios demonios, contra sus miedos, contra "aquello" que le impide realizarse y ser feliz, aunque el mundo los aplaste sin piedad. Aquí se nota su valiosa experiencia como técnico en emergencias. 


A manera de ejemplo, transcribo unas significativas palabras de Iratxe, protagonista de Entre nosotras, novela que indaga sobre las relaciones lésbicas y lo que es amar sin condiciones.

"Al día siguiente, cuando me suena el despertador para ir a trabajar, me levanto de un salto, como hacía meses que no hacía, con una alegría en mi cuerpo tremenda. Por primera vez, en mucho tiempo, puedo decir que feliz. Sí, feliz. No sé qué va a salir de todo esto; lo que sí sé es que estoy dispuesta a dar el cien por cien por esta relación".

Desde este pequeño espacio, quiero agradecer a Luisa por su apoyo en la realización de esta entrevista. Siempre estaré a la espera de tu mejor versión y de que tus novelas alcancen más y más niveles de exquisitez. Si me permites un consejo: sigue escribiendo, que lo haces muy bien.



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El amor es como el mar



PRÓLOGO
Fundamentalmente, la palabra nos ha otorgado una libertad que excede cualquier etimología o legislación. Es más, esta libertad traspasa las barreras de lo filosófico, lo religioso y lo científico, para empoderarse en el terreno de lo ilimitado y lo imposible. Como el mar, la palabra parece no tener horizontes o fronteras; lo abarca todo y todo lo puede. Como el mar, la palabra nos une, nos comunica, cualesquiera sean los medios o los intrincados pasajes. Ella está ahí, para darnos vida, esperanza o, cuanto menos, refrescar nuestro día a día. En ese sentido, su función ética –ethos– es también una labor salvífica del espíritu humano: nos ayuda a comprender –logos– lo que somos y lo que deseamos ser.  
En esa correspondencia entre el ethos y el logos, la palabra es signo privilegiado no solo de nuestra humanidad, sino también –aunque lo pongamos en duda últimamente– de que somos poseedores de una inteligencia capaz de crear. Ya lo decía Huidobro: «El poeta es un pequeño Dios». Sin embargo, entre el pensar y el hacer, el verbo ha ido perdiendo fuerza y contenido. O, mejor dicho, el Hombre –en mayúsculas– ya no se compromete y, lo que es peor, no cumple con la palabra empeñada. Inevitablemente, la Literatura también cae bajo sospecha. La desconfianza en la belleza a través de la palabra tergiversa su finalidad artística y la somete a un falso problema de índole más bien social: ¿Para qué sirve la palabra y, con ella, la Literatura?  
Con El amor es como el mar, poetas y narradores de todas partes del mundo nos hacen ver que las discusiones en torno a la utilidad práctica de la palabra solo confirman su señorío: ella lo abarca todo. A pesar del maltrato que ha recibido en los últimos años, la palabra consigue transformarse en vehículo de ayuda material, para el prójimo, y de ayuda personal, para el escritor y el lector. Pero aún hay más: esta antología con fines solidarios –que nació del Taller de Escritura Creativa a cargo de la Universidad Abierta El Retiro– reitera el valor intrínseco del arte de la palabra: servir a la Humanidad, sin atenuantes ni remilgos. Aquí la creatividad no se detiene en su sentido lúdico o de confesión personal; hay trabajo, estudio, comprensión y respeto o, que es lo mismo, auténtico amor por la vida y la existencia, en sus múltiples y humanas manifestaciones. Porque la creación literaria nace y se nutre de este mundo, pero la esencia de su ser la obliga a alzar un vuelo largamente satisfactorio. ¡Cuánta razón lleva la autora del poema número LIII al iniciar con un verso sabiamente declaratorio: «Soy hija de la vida», y continuar: «En la luna mi hogar tengo, / en la tierra busco amor»!
Hoy, el itinerario de ese largo vuelo literario toma forma de libro y se presenta en sociedad. Sé que esta ilusión creció en las aulas de la Biblioteca Elena Fortún, donde nos reuníamos cada mes y donde, al fin y al cabo, nos conocíamos más. También sé que, en cada verso o relato, han puesto algo de ustedes, hallazgos íntimos, únicos e intransferibles. No obstante, a causa de ello, abiertamente solidarios y comunicantes. Gracias por hacer que la palabra brille en inteligencia y belleza, cualidades necesarias para acercarnos a su reino de libertad y hermandad. Enhorabuena.

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Poemario: Los zapatos del indigente




EL LARGO VIAJE POR LA NOCHE MÁS OSCURA
Reflexiones en torno a Los zapatos del indigente de Asunción Caballero

He de confesar que la poesía me causa más temor y más quebraderos de cabeza que cualquier otro género dentro del arte literario. A diferencia de la novela, por ejemplo, donde el autor se toma su tiempo para enhebrar una historia memorable, la poesía carece de esta ventaja. El ritmo interno del poema se comprime hasta el límite, de tal manera que cualquier temporalidad o linealidad externa es y debe ser anulada. Entonces, ¿qué es lo que queda? La emoción pura, la reflexión liberadora, la inteligencia transgresora… A causa de ello, sílabas, palabras, comas, puntos o espacios en blanco valen su peso en oro. Están ahí para dar todo de sí, ya no como meros signos (lingüísticos o no), sino como entes desbordantes de vida. De su existencia depende –en gran parte– el éxito del verso, del poema y del poemario o, en el sentido contrario, el truncamiento, el intento fallido. Cuánta razón llevaba el poeta del creacionismo en sus contundentes versos: «(…)cuida tu palabra; / el adjetivo, cuando no da vida, mata».
La plena conciencia de esta labor exige del poeta un máximo cuidado frente al diseño del poema, como estructura verbal que dialoga consigo misma y con otros textos poemáticos, y un máximo de responsabilidad frente al contenido que en él deposita, contenido que se fermenta gracias a las experiencias vitales o, en términos existencialistas, a su «estar aquí». Así, pues, todo poeta es –por lo menos en la praxis– un puente entre el mundo observable y ese otro mundo que él percibe o, inevitablemente, crea. En este punto las interrogantes están servidas: ¿En qué medida el poeta debe liberarse del influjo del entorno social? ¿El universo inventado en el arte poético puede –y debe– influir en la esfera de lo real? Como sucede con las obras del espíritu humano, los límites y las segmentaciones tienden a difuminarse; querer encerrar la palabra se convierte en un sinsentido y la labor del artista verbal alcanza nuevas cotas de libertad, más allá de todo pragmatismo.
Los zapatos del indigente (Lastura 2018) son la respuesta lúcida y visceralmente inteligente de Asunción Caballero, una persona que sabe batallar desde la palabra y desde la acción, que promueve el diálogo y el respeto por los derechos humanos desde el arte y la poesía. No es casual que, en Los zapatos del indigente, la voz poética se esfuerce por comprender este mundo quebrado, hiriente, salvaje; un mundo que le pulveriza los huesos y que la hacen sentir como «un trapo sucio de cocina» («La planta de mis pies», v. 2). Los versos desgarradores y desafiantes inundan el poemario, mas yo me quedo con «Desamparo», un poema que considero gravitante para los hallazgos íntimos de la poeta, un texto donde el paroxismo del horror y del miedo va abriendo camino al conocimiento del yo, de los propios límites, de la lucha por la sobrevivencia a través de la donación personal: «El miedo se instala en mi vientre / donde escucho llorar a mi hijo» (vv. 5-6). Aquí se empieza a vislumbrar un porqué a la experiencia de tanto dolor. La voz poética asume ese estado como necesario y preparatorio para intentar hallarle sentido a todo y, principalmente, al sufrimiento de la mujer, del niño, del animal, en fin, de cada ser vivo: «Lucho para que nazca libre de tu pecado / y pueda sobrevivir a este frío» (vv. 7-8). Ergo, para pasar de la oscuridad a la luz, del yo al nosotros, es necesario «calzarse los zapatos del indigente» («I», v. 8), o sea, vaciarse de toda soberbia, de toda máscara y de toda in-humanidad. Caminar descalzos por la noche más oscura (el lenguaje místico se hace inevitable) es condición sine qua non para sobrevivir un día más, un «regalo» que promueve la fraternidad y que favorece la visión de la claridad: «Dejadme descansar un instante / que ya veo luz reflejada en una nube…» («VI», vv. 45-46).
Y es aquí donde la esperanza se abre paso, siempre vibrante, siempre fuerte: «A pesar de los pesares, no todo es fúnebre / ni siquiera por las lágrimas que te tragas» («Fúnebre», vv. 1-2); una esperanza que no descansa en la fe sobrenatural, aunque se necesite creer: «Me gustaría creer en ese Dios que todo lo puede, / y que, como padre, solo desea el bien de sus hijos» («Esto no es una oración», vv. 4-5), sino que se alimenta de las fuerzas individuales, de la capacidad de cada uno por salir de cualquier hoyo, de la fe en el propio ser humano para ser un poco más humano (las voces de Miguel Hernández y César Vallejo se escuchan muy cercanas): «Tendré que empezar por hacer limpieza / y echar al cubo de la basura la pelusa / que –sin permiso– / se instaló en mi piel y bebió de mi saliva.» («Tengo prisa», vv. 11-14).
En consecuencia, los versos de Asunción Caballero se transfiguran en una ética de vida, donde la misma poesía tiene poder salvífico. Por ello, el lector sentirá que cada verbo o sustantivo de Los zapatos del indigente están plenos de sinceridad y empatía, pues para la poeta no hay otra opción si de amar la poesía se trata. De ahí que declare abiertamente su rechazo contra esos «poetas / que escriben y escriben / y llenan de tinta / la virginidad de mil folios / para no decir nada». Justamente, me parece un gran acierto que el poemario inicie con «Poesía», toda una declaración de intenciones y pensamientos: «Así llegaste a mí, como ese rayo / para iluminar con tus versos / las palabras que llenan de su luz / todo el aire de los huecos» (vv. 1-4). Y con ello, no me cabe duda de que Los zapatos del indigente también es un sincero compromiso poético-personal para que, algún día no tan lejano, todos descansemos: «y sin abrir los ojos / dejemos que pase el día» («X», vv. 39-40). Enhorabuena a la poeta por tan humanos versos.

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Labios, besos, saliva...

Reflexiones a propósito de A la intemperie de tu boca, de la poeta valenciana Isabel Alamar

A la intemperie de tu boca The Thinking Makes
Más información: A la intemperie de tu boca